En este apartado, me centraré en realizar un breve recorrido por las costumbres populares para terminar con un cancionero de las distintas zonas de salamanca.
La Sierra de Francia: situada en el sur de la provincia a unos 70 km de la capital, limitando al sur con Las Batuecas, en el norte de la Provincia de Cáceres; al norte con la comarca del Campo Charro y al este con la Sierra de Béjar. Es una zona muy despoblada aunque es la comarca de mayor tradición turística de toda la provincia de Salamanca. (Wikipedia).
La ostentación y riqueza del traje serrano eran ya proverbiales en la Salamanca de los S.XV y XVI, como refleja
Juan de la Encina cuando dice:
“No se viste mi querida, sino paños de color, de joyas de gran valor siempre muy bien guarnida; saya plegada y fruncida, a fuer de la serranía”.
El traje de vistas es, en realidad, una síntesis del buen hacer artesano desde el paño hasta la filigrana de plata. Es, sin lugar a dudas, el más rico y compuesto de todos los trajes populares españoles. También, el más antiguo y no resulta difícil hallar influencias árabes y judías en él. Se lo ponen las albercanas en días de fiesta señalados y no lleva menos de media docena de sayas, faldas y manteos. El manteo de vistas, el más exterior, las faldas con cenefa en tejido de oro que llaman cortapisas, el mandil de la misma tela morada que el manteo rematado con puntilla de plata, el jubón con sus mangas de botonadura de plata en filigrana, los vivos colores del fajero (cinturón ajustado a la cintura). Todo ello coronado por collares de tres vueltas dobles de coral y plata con las magníficas bollagras, gruesas bolas de plata afiligranada que alternan con castillos en plata dorada. (Guías de Salamanca. Diputación de Salamanca).
En la Sierra se conservan las viejas tradiciones de antaño. Las Fiestas del 15 de Agosto son unas muestra de ello. A las once de la mañana, comienza el acto en honor de la Virgen, escoltada por los estandartes de las cofradías, es portada a hombros en un kiosco dorado engalanado con paños albercanos. La ofrenda comienza por los hombres, el juez de paz y el alcalde, le siguen los mayordomos de las cofradías. Hincan la rodilla en el suelo por tres veces, inclinan la cabeza al tiempo que hacen la ofrenda y regresan a su lugar siempre mirando a la imagen y nunca dándole la espalda, no sin antes arrodillarse otras tres veces. Luego ofrecen las mayordomas, esposas, hijas y familiares de los mayordomos todos engalanados con trajes albercanos. Por último, van los danzadores y la moza del ramo. Es aquí cuando suena el tamboril, los mozos realizan el paloteo y las mozas trenzan las cintas del ramo para luego destrenzarlo. Al día siguiente, se produce la “LOA”, un auto sacramental con los mozos del lugar y el demonio como protagonistas. El demonio quiere fastidiar las fiestas de la virgen a los mozos y estos no le dejan. También cuentan con el gracioso y San Miguel. Al final el arcangel hará desaparecer al demonio por una esquina del escenario. (Guías de Salamanca. Diputación de Salamanca).
El día 6 de Febrero en Miranda del Castañar, el “prioste” y los mayordomos se acercan a la ermita de Nuestra Señora de la Cuesta, desde donde todo el pueblo y, en especial, las mujeres ataviadas con los magnificos trajes de vistas, salen en procesión escoltando a la virgen, a la que preceden dos candelas. Al acabar la procesión se realiza el “juego de la bandera”. Al son del tamboril y con la excepción del cura, único varón al que no despojan de sus poderes, las mayordomas arrebatan a sus maridos el poder, para ello, el pueblo se coloca en un círculo y las mayordomas en fila. Con un palo al que le han atado un pañuelo a modo de bandera, la mayordoma se coloca de rodillas sobre el marido postrado en el suelo, al que cubre tres veces con el pañuelo y otras tres de pie. Finalizado el rito la mayordoma le pasa el palo a otra y asi sucesivamente. En la Alberca, las mujeres celebran su poder comiendo dulces y bizcochos cocinados por ellas. (Guías de Salamanca. Diputación de Salamanca).
En Miranda del Castañar, los carnavales. Los mozos se atiborran de comer y beber fuera de casa, mientras que las mujeres se dedican a correr por las esquinas al varon que se les pone a tiro, enharinándolo en lo que llaman “correr la gallina”. Con el limón y la limpia de sartenes se da por concluida la fiesta. (Guías de Salamanca. Diputación de Salamanca).
En
la Alberca en Abril celebran el “Día del Trago”, que es siempre lunes. Una semana antes, conmemoran el pendón arrebatado por las bravas mujeres albercanas a los partidarios de la Beltraneja. Y es en recuerdo de esta hazaña femenina, que el Ayuntamiento invita a vino en los “barquillos” a propios y visitantes. (Guías de Salamanca. Diputación de Salamanca).
Ya en el Corpus merece la pena acudir a Béjar. Se sitúa la historia en tiempos de reconquista, cuando los árabes ocupaban la ciudad de Béjar. Los cristianos, que habitaban los tupidos bosques del Castañar, se reunieron una noche en el Prado de la Centena; allí, se cubrieron de musgo, barro y pieles para acercarse con sigilo a la fortaleza sin ser vistos. Tales vestiduras les ocultaron hasta alcanzar y flanquear las mismas puertas, comenzando la reconquista de todo el recinto.
En rememoración de este acontecimiento, que cuentan que sucedió un 17 de junio, todos los años coincidiendo con la fiesta del Corpus Christi los Hombres de Musgo acompañan a la procesión de esta festividad. En Junio celebran la fiesta de la Cruz: romería en la que bailan, comen y rezan. El dia 8 de Septiembre “La Virgen del Castañar” patrona de los bejaranos. (Guías de Salamanca. Diputación de Salamanca).
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