Introducción

Antes de comenzar, es bueno conocer el significado del concepto de Etnomúsica y de Folklore, para a partir de ahí, comenzar nuestro viaje por la provincia de Salamanca y sus gentes. La primera literatura de la musicología comparada va ceñida al tipo de música estudiado: música tribal, culta oriental y la Folk. En esta última es en la que nos centraremos. Los etnomusicólogos han estado interesados siempre en toda clase de música y se han preocupado de su autenticidad y de la tradición oral; esto les llevó a trazar separaciones musicales entre los diversos pueblos.

Como he mencionado anteriormente, me centraré en el folkore salmantino, así pues, y antes de comenzar es bueno aclarar algunos conceptos:

Folklore: (voz inglesa). Conjunto de las tradiciones, creencias y costumbres de las clases populares. (Diccionario de Real Academia de la Lengua). El folklore, (del inglés folk, "pueblo" y lore, "acervo" o "conocimiento) es la expresión de la cultura de un pueblo: cuentos, música, bailes, leyendas, historia oral, supersticiones, costumbres, artesanía y demás, común a una población concreta, incluyendo las tradiciones de dicha cultura, subcultura o grupo social. También recibe este nombre el estudio de estas materias. (Wikipedia).

Etnomusicología: término proveniente del ethnos = nación, y mousike = música. Es el estudio de la música en su contexto cultural. Originalmente fue llamada musicología comparada, y es ubicada como una disciplina auxiliar de la antropología y la etnología. Jeff Todd Titon la ha llamado “el estudio de la gente haciendo música”. Es concebida como el estudio de los acervos culturales de pueblos no occidentales, pero en su más amplia extensión, incluye el análisis de la música occidental desde una perspectiva antropológica."La etnomusicología, en tanto que cultura occidental, puede ser considerada en la actualidad como un fenómeno de Occidente". (Wikipedia).


domingo, 3 de abril de 2016

LUNES DE AGUA

El lunes de aguas es una fiesta exclusiva de la provincia de Salamanca que se celebra entre amigos y/o familiares que se reúnen para ir a comer al campo. El origen de esta fiesta popular se remonta al siglo XVI, cuando el rey Felipe II, de 16 años y profundamente católico, dicta unas ordenanzas según las cuales las mujeres públicas, que habitaban en la Casa de Mancebía de Salamanca, debían ser trasladadas, durante la Cuaresma, fuera de la ciudad. Felipe II se casó en Salamanca y tras la fiesta comprobó como en la ciudad había un ambiente de estudiantes jóvenes con mucha pretensión sexual y por ello tomó la decisión de exiliar a las prostitutas fuera de la ciudad, para evitar los pecados carnales. A partir del Miércoles de Ceniza, las prostitutas abandonaban su residencia habitual y eran trasladadas al otro lado del río Tormes. El responsable y encargado de vigilar, cuidar y atender a las prostitutas era el denominado “Padre Putas”. Este personaje (convertido eufemísticamente en el Padre Lucas, el cabezudo más famoso perseguidor de niños en los días de las fiestas salmantinas) acompañaba a los estudiantes a recoger de su exilio a las prostitutas, siempre el lunes siguiente al de Pascua (Lunes de Aguas). Mientras tanto, y como siempre, el Padre Putas, vigilaba, cuidaba y atendía a las mancebas, siendo el responsable de ellas. Imaginemos la alegría y el jolgorio de nuestros jóvenes estudiantes para celebrar la llegada de las rameras; una gran fiesta de carne, hornazo, comida, bebida y bailes para recibir a las jóvenes transtormesinas. Así lo reflejó, por primera vez el estudiante italiano Girolamo de Sommaia, en su diario, donde relataba como las mancebas cruzaban en barcas el Tormes, en pecado para hacerlo por el Puente Romano sin antes haberse confesado, ante la ansiosa espera de estudiantes y vecinos. Aunque se ha perdido dicha tradición tan salvaje aún se conserva la idea de juntarse con amigos o con la familia e ir al campo o al río para degustar un buen hornazo.

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